Notas introductorias al libro de Jeremías.
Por: Guillermo Antonio Dominguez Jyba
Autor: Jeremías, de origen sacerdotal, hijo de Hilcías, de los sacerdotes que residieron en Anatot, poblado cercano a Jerusalén en tierra de Benjamín, nació a mediados del siglo VII a.C., entre el 650 o 645 a.C.
Fue llamado por Dios al profetismo aun siendo joven. Viviendo en un entorno en el cual la sabiduría de los mayores era apreciada, en tanto el joven debía guardar silencio, Dios le llama a ejercer el servicio profético. Jeremías objeta, pues su joven edad no le acreditaba ante la gente. No obstante, Dios insiste y lo envía a predicar; rondaba el año 626 aprox.
Si bien, la profecía viene de parte del profeta de Dios, Jeremías utilizará a Baruc como secretario (Jer. 36:4..ss; 45; vea el siguiente pasaje como referencia de Baruc 32:12-14; Jer. 45:1), a quien dictará sus oráculos en el año 605 a.C., para ser leídos ante el pueblo y reescritos después con algunas adiciones (Jer. 36:27-32). No obstante, con mucha probabilidad, sería el mismo Baruc, tras la muerte del profeta, quien ordenará y dará forma al material, siendo editado, finalmente por Esdras u otros escribas tras el periodo post-exílico. Al aplicar aquí la palabra edición, me refiero a ordenar el material, no a hacerle agregados. Jeremías fue llamado para ejercer su profetismo ante Judá y todas las naciones involucradas en la convulsión política del momento. Su ministerio profético se extendería durante cuarenta años.
Ocasión y Contexto socio-político:
El profeta Jeremías vivió en la época más convulsiva tanto para Judá como para las grandes naciones en su afán de imponerse una sobre la otra. Judá se vería envuelta en la trama de temor por el nuevo amo que se levantaba: Babilonia.
Así, Jeremías fue testigo tanto de la caída del imperio Asirio y el surgimiento del imperio neobabilónico, de igual modo de la caída y destrucción de Jerusalén. Babilonia se impondría rápidamente como imperio entre el 612 al 605 a.C.
Nabopolasar, príncipe de Babilonia, se rebelaría contra Asiria. Una vez independizado comenzó su avanzada de conquista sobre la decadente Asiria. En el 614 Ashur caería bajo su ataque y en el 612 Nínive capital de Asiria sería completamente destruida por Nabopolasar. El rey de Asiria huiría hacia Jarám, donde resistiría a Nabopolasar durante tres años con la ayuda de Necao, rey de Egipto, sin embargo, la ciudad fue destruida en el 609. Necao II que había acudido en apoyo de Asuruballit II último rey de Asiria, también fue derrotado por Nabopolasar. Éste continuaría su conquista hacia el sur hasta su muerte en el 605 a.C. Tras su muerte, la conquista la continuaría su hijo Nabucodonosor. Este se impondría como nuevo amo y señor de toda la región con su nuevo Imperio. Judá estaba en su camino de conquista hacia Egipto.
Tras la muerte del impío Amón, sube al trono su hijo de ocho años, Josías. Este reinó 31 años sobre Jerusalén. En su reinado aconteció el hallazgo del libro de la Ley (621) que movió al joven rey a emprender una reforma religiosa. Mandó a eliminar los centros idolátricos en Judá y predicar a Jehova. Jeremías apoyaría la reforma religiosa emprendida por el rey. El yahvismo sería restaurado (entiéndase yahvismo, como el resurgir de la fe en Jehová opacada por los impíos reyes Acaz, Manasés y Amón). Durante el reinado de Josías, el profetismo de Jeremías sería apoyado, sin embargo, tras la muerte de Josías en su enfrentamiento con Necao rey de Eegipto en Meguido en 609, los siguientes reyes serías hostiles con la predicación de Jeremías. La reforma religiosa igualmente sucumbió. Joacaz hijo de Josías, fue declarado rey por el pueblo, pero el faraón Necao II lo depondría, instaurando al hermano de éste como rey. Su nombre era Eliaquim, pero lo llamó Joacim (2 Reyes 23:34). Bajo este rey, la vida de Jeremías se tornaría difícil (Jer. 26:1-24 ss.). Este rey, cuando escucha leer los oráculos de Jeremías que habían sido dictados al escriba Baruc, quema el libro (Jer. 36:1-26). Este sería el primer ejemplar de lo que llegaría a ser nuestro libro de Jeremías (Jer. 36:1-32). Dios mandaría nuevamente e Jeremías a escribir la oráculos añadiéndole otras palabras. En tanto, Nabucodonosor, luego de enfrentarse con Necao II en la batalla de Carquemis en 606 persiguiéndolo hasta las fronteras, tuvo que regresar a Babilonia tras la muerte de su Padre Nabopolasar, recibiendo él la dirección total del nuevo Imperio. En esta ocasión, antes de partir hacia Babilonia, Joacim ofrece tributo a Nabucodonosor librando la ciudad (2 Reyes 23:36, 37; 24:1-7). Tras su muerte, su hijo Joaquin tomó el trono de Judá en el año 597 (2 Reyes 24:8). Tres meses después de su reinado, Nabucodonosor llegó con su ejército ante los muros de Jerusalén. La ciudad fue sitiada y Joaquim junto con su familia y los principales se rindieron ante Nabucodonosor (597 a.C.). Nabucodonosor llevó cautivo al rey y a todos los principales de guerra y de la casa real, así como a los artesanos y herreros, a los fuertes y aptos para la guerra (2 Reyes 24: 14-16). En su lugar, Nabucodonosor instauró como rey de Jerusalén al tío de Joaquín, su nombre era Matanías, pero le cambió el nombre a Sedequías. Tenía 21 años y reinó once años sobre Jerusalén (2 Reyes 24:17-20). Dios envía un mensaje de juicio a Sedequías por medio de Jeremías (Jer. 34:1-7). Sedequías movido por la facción nacionalista de judíos, se rebeló contra el rey de Babilonia. Fue bajo el reinado de Sedequías cuando Jerusalén fue destruida por completo, corría el año 587 a.C. (2 Reyes 25:1-11; Jer. 52:1-34).
Tema del Libro: 1) Definición del verdadero Yahvismo (seguidores fieles de Jehová) y 2) Anuncio de las inminentes guerras como producto de los pecados de Judá. El primer tema se despliega en todo el libro por la utilización exclusivo del nombre de Yehvah, muestra del espíritu de renovación espiritual tanto en Jeremías como en Baruc su escriba, y el apoyo de Jeremías a la reforma religiosa iniciada por el rey Josías tras haber encontrado el libro de la Ley en el Templo 2 Reyes 22:1-23:1-23 (622 a.C.). El segundo tema se despliega igualmente en las denuncias de la destrucción del reino de Judá y Jerusalén.
Composición y Autenticidad del Libro: El contenido del libro es una colección de oráculos y hechos históricos cronológicamente dispuestos de manera desordenada. El ordenamiento actual del contenido del libro pudiera ser más bien vista como temática:
- Mensajes contra Judá y Jerusalén (1-25:38)
- Relatos autobiográficos y anuncios de salvación (26:1-45:5)
- Mensajes contra las naciones paganas (46:1-51:64)
- Apéndice: caída de Jerusalén (52:1-34)
La anterior división es lo que podemos llamar división natural del libro.
No obstante, haciendo una lectura más detallada, nos encontramos que el material no está dispuesto cronológicamente, lo cual podría decirnos que fue una compilación hecha por diferentes editores. Si nos atenemos a la evidencia interna del texto, podemos afirmar que el material habría sido escrito por el escriba Baruc, quien escribía el dictado de su maestro Jeremías (45:1). El profeta habría muerto en el exilio. No obstante, le sobreviviría por muchos años este escriba (Jer. 45:2-5), quien muy bien pudo haber recogido y atesorado, sea en su totalidad escrita, o reescrito algunas partes lo recordado por su maestro, así como las secciones biográficas del profeta.
Hay que notar también, la forma redaccional del material:
- Los primeros capítulos son escritos en primera persona (1-25)
- Otra sección en tercera persona (26-35)
- La tercera sección redactada en tercera persona (36-45).
La primera sección, muy bien pudo haber sido escrita por el mismo Jeremías, y las otras por Baruc, y quizá aún algunas otras secciones por un redactor más, quien habría agregado secciones históricas como para complementar el contenido.
Es interesante notar la similitud redaccional entre:
Reinado de Sedequías 2 Reyes 24:18-20 y Jeremías 52:1-3
Caída de Jerusalén 2 Reyes 25:1-7 y Jeremías 52:4-11
Cautividad de Judá 2 Reyes 25:8-21 y Jeremías 52: 12-27
Joaquín es liberado 2 Reyes 25:27-30 y Jeremías 52:31-34
Lo anterior demuestra la utilización de un mismo material el cual ha sido tomado de un texto y pegado en otro. Es muy probable que la edición primaria haya sido redactada primero en la compilación histórica de Reyes, y que un editor final la haya insertado en el texto de Jeremías para que sirviese como final de un relato histórico.
La escuela liberal niega la autenticidad del capítulo 51, aduciendo que tales capítulos no pudieron haber sido escritos, sino hasta después de sus acontecimientos, pretendiendo desacreditar con ello la palabra profética. No obstante, tales aseveraciones no vienen, sino de un espíritu falto de fe en la potencia de Dios para vaticinar a través de sus profetas acontecimientos futuros. Lo mismo se dice de otros profetas como Daniel y sus profecías sobre los cuatro reinos; esto no es, sino el afán de desacreditar la palabra de Dios y a sus profetas. Nosotros aseveramos unánimemente que toda la escritura es revelación de Dios e inspirada por su Espíritu Santo dando autoridad a lo escrito y confirmada por el cumplimiento exacto de lo predicho.
La escuela liberal
Autenticidad: