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sábado, 22 de abril de 2023

La Benevolencia en la Iglesia del Señor Jyba

 La Benevolencia en la Iglesia    Jyba

Por: Guillermo Antonio Domínguez Sánchez  Jyba

Panamá, Abril 22 de 2023


Definición:  la palabra viene del latín:  Bene = bueno;  volo = desear; encia = cualidad de un elemento .  Así, la benevolencia es el desear el bien a sí mismo o al prójimo.   

    En el cristianismo actual, el término ha dado un giro hacia la idea de dar alguna ayuda, casi siempre de orden material: alimentos o dinero para los necesitados.   De ahí que en muchas iglesias se instituya el ministerio de benevolencia, el cual tiene la responsabilidad de velar por las necesidades materiales de la hermandad, especialmente aquellas que tienen que ver con alimentos y salud, los cuales deben ser suplidos con la ofrenda colectada cada domingo.   

Base Bíblica:

    La idea de suplir las necesidades de la hermandad tiene su base tanto en el Antiguo como Nuevo Testamento.  

   En el antiguo Testamento, estas necesidades eran suplidas a través de la colecta del diezmo, el cual consistía en apartar el diez por ciento del producto del campo cada año: granos, aceite y ganado.   Eso era administrado por los Levitas, y destinado para ser repartido entre sí, entre las viudas, huérfanos y extranjeros que pasasen por sus ciudades.   El objetivo era que a nadie le faltara el pan de cada día.  

    En el Nuevo Testamento encontramos su base en muchísimas referencias.  

    El libro de Hechos nos presenta una iglesia sumamente generosa, a modo que traían sus bienes, los vendían y ponían a disposición de los apóstoles para que estos lo repartieran a cada uno según su necesidad (Hechos 2:44; 4:32-37).

    Pablo escribe a los Corintios y les ordena, -como lo había hecho a las iglesias en Galacia-, que cada domingo apartasen una ofrenda según hubiesen prosperado, para ser recogida a su regreso y ser llevada a los hermanos en Jerusalén, quienes estaban pasando necesidad (1 Corintios 16:1-4).   En su segunda carta, esta inserta una carta que previamente había enviado a los corintios respecto al tema de la ofrenda para los santos, o sea, para los necesitados en Jerusalén.   En esa sección, Pablo justifica la acción de la ofrenda y su propósito, así como detalles en cuanto a la cantidad que cada uno ha de ofrendar (8:12; 9:7) y sobre todo la actitud al ofrendar (2 Corintios, caps. 8-9).    

    En la carta a los Gálatas (Gálatas 6:1-10), luego de hablarles acerca de los frutos del Espíritu ante las obras de la carne, les exhorta de manera práctica cómo obrar en el Espíritu.   Les comenta primero sobre cómo ha de ser la actitud ante aquel que ha fallado.  No con actitud de soberbia sobre el pecador, sino con trato humano, con mansedumbre, no tratándolo como a un enemigo.   En segundo lugar, les manda a compartir de toda cosa buena con aquellos que les enseñan la palabra.   La frase: “haga partícipe de toda cosa buena al que le instruye” significa colaborarle en lo material, o sea con un aporte económico que pueda ayudarles a estos en su manutención.   Lo mismo les dice a los Romanos respecto a la ofrenda económica que enviarían a los hermanos en Jerusalén, porque si los gentiles han sido hechos partícipes de los bienes espirituales de los judíos, deben también estos ayudarlos con bienes materiales (Romanos 15:25-29).   Pablo plantea aquí la idea de responsabilidad de apoyar económicamente a los que les ministran espiritualmente.   En esto se hace presente también, según el pensamiento del apóstol, el fruto del espíritu, una actitud de dar y compartir para las necesidades de los menos privilegiados.  En tercer lugar, Pablo termina la idea de las buenas obras como fruto del Espíritu, diciéndoles a los Gálatas, que nunca se cansen de hacer el bien, y que según tengan oportunidad, hagan bien a TODOS, y especialmente a los de la familia de la fe (Gálatas 6:9,10).   Pablo muestra la actitud de imparcialidad que debe haber en el concepto de dar, compartir, ofrendar.   Si se puede, debe hacerse sin distinción de que si es o no miembro de la iglesia.   Eso es ser cristiano.    

     En cuanto al argumento que la ofrenda es "para los santos", y que por tan razón no puede apoyarse a nadie que no sea de la iglesia, debe recordarse que cuando el texto dice: "para los santos" el texto se refiere directamente para la iglesia en Jerusalén, quien estaba atravesando necesidades.  La solicitud que Pablo hizo, no tenía nada que ver con alguna necesidad de las iglesias locales a quienes les ordena ofrendar, sino para los de Jerusalén.   Si se quiere ser bíblico, se debe reconocer eso.   El mandato de la ofrenda a los Gálatas y Corintios fue circunstancial, como circunstancial todo cuanto se escribe en cada documento, tanto, del Antiguo como Nuevo Testamento.   

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